Vivir en México puede ser una bendición y una maldición, nuestro país está lleno de riqueza, y no me refiero a los recursos naturales que tenemos de Norte a Sur, me refiero a lo que nos hace mexicanos: nuestra cultura y nuestra gente pero es la nuestra misma gente que convierte a este paraíso en un infierno.
La violencia ha llenado nuestras calles y nuestras casas, casi todos hemos sufrido una consecuencia del terror que ha invadido nuestro país, pero considero que no es el momento de escondernos y paralizarnos por el miedo.
Creo que es el momento en que seamos más unidos y demostremos que en este país hay gente buena dispuesta a ayudar, creo que es el momento de ser valientes, de ser empáticos, de ser optimistas.
La vida se torna cada día más oscura, y si bien no podemos hacer mucho para contrarrestar la ola de violencia que azota a México, podemos generar pequeñas acciones que mejoren el pequeño entorno donde nos desarrollamos.
Educando a nuestros niños y a los no tan niños a respetar al otro, ayudando al que lo necesita, reclamando ante una injusticia, evitando los actos corruptos, no culpando a la víctima de lo que sucedió.
El cambio inicia por uno mismo, entraran nuevos gobiernos y propondrán grandes cambios pero si nuestra raza no toma consciencia de que cada pequeña acción impacta a nuestra realidad, no se logrará el cambio que tanto deseamos.
México esta lleno de maravillas, sigamos siendo una de esas maravillas.
El artículo Contrastes en la realidad de México fue escrito en Portal inmobiliario, de arquitectura y diseño..
Erika Escobar
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