Por Jose Mansilla*
Parece que Airbnb está a punto de petar. Ya había nubes en el horizonte, pero la reciente legislación restrictiva de la ciudad de Nueva York ha sido la puntilla de este modelo turístico extractivista.
Vamos a comenzar comentando que el posible hundimiento de Airbnb se está analizando a partir de los datos de lo ocurrido en USA. Es decir, es el mercado turístico-inmobiliario yanki el que está en peligro, aunque no podemos nunca afirmar que esto no llegue aquí.
Esto es así porque USA es el principal mercado de esta empresa de alojamientos temporales. Más de 33 mil millones de dólares anuales de movimiento económico. El maravilloso Reino de España se encuentra en 3er lugar, con casi 7 mil mill. Nada sorprendente pues somos.
La 2ª potencia mundial turística por nº de visitantes, no por salario de los trabajadores del sector turístico. Pues bien, hace ya unos meses que Airbnb muestra síntomas de agotamiento en USA. Las causas parecen ser variadas pero, en resumen, están relacionadas con el.
Exceso de oferta, es decir la gran disponibilidad de casas en el portal. A modo de ejemplo, la ciudad de Phoenix, donde existen un total de 7.8 mil casas a disposición de la venta ordinaria pero más de 17.6 mil viviendas en la plataforma de alquiler.
La disponibilidad de vivienda turística en Airbnb ha ido incrementando con el paso del tiempo. Sin embargo, esta disponibilidad se vio enormemente acrecentada con posterioridad a la pandemia de COVID19. Así, las medidas restrictivas de movimientos a nivel internacional.
Llevaron a un incremento enorme de oferta, pasando, los ingresos de esta plataforma de menos de menos de 2 mil mill. dólares en 2020 a más de 3.5 mil mill. dólares en 2022. Eso hizo que mucha gente, llevada por su intuición inversora, decidirá comprar vivienda.
Para ponerla a disposición del alquiler turístico a través de esta plataforma. Pero esta vivienda no se compró dinero en mano, sino a través de hipotecas, unas hipotecas altas, debido al precio de la vivienda, que ahora hay que devolver justo cuando las reservas bajan.
Tal y como contaba hace unos meses el consultor inmobiliario Nick Gerli, la bajada de la demanda ha hecho, además, que bajen los precios y, por tanto, la rentabilidad. El resultado es menos reserva (recordemos el 48% menos en Servi, Tenesse) y gente que se las ve.
Y se las desea para pagar las hipotecas en las que se metieron. Esto ha supuesto un efecto inesperado: quiebras de inversores y una gran disponibilidad de vivienda en el mercado de compra/venta que ha bajado los precios. Tanto que analistas como Robert Kiyosaki (foto).
Se han atrevido a vaticinar el fin de Airbnb y el momento, por otro lado, de comprar una vivienda en un mercado a la baja. Y como a perro flaco todos son pulgas, las restricciones que ciudades como Nueva York están imponiendo a la hora de llevar de realizar alquileres.
De corta duración ha añadido «gasolina al fuego», ya que esto ha suesto un mayor número de viviendas en el mercado ordinario de compra/venta y alquiler.
Esto hizo dar un enorme bajón en bolsa a la compañía, que luego ha parecido remontar a la espera de nuevos movimientos en el mercado turístico-inmobiliario y normativo. Cabe recordar que Airbnb solo dio beneficios a partir del año 2022, siendo deficitaria desde.
Su creación en 2008.
*Jose Mansilla
Antropólogo urbano y Profesor en la
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)
La entrada El posible hundimiento de Airbnb se publicó primero en Centro Urbano.
Columnista invitado
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