Urge construir un hábitat resiliente, y para ello, ciudades y sector inmobiliario tendrán que responder a nuevas realidades
Por Horacio Urbano*
Los cambios culturales son algo normal. Lo que ya no es tan normal es la velocidad con que estos cambios se dan en estos tiempos.
Y es que la COVID-19 ha sido un bicho terrible y disruptivo, que ademas de su profundo impacto sanitario, ha tenido otros impactos igual de profundos en prácticamente todo lo que define nuestra cotidianidad.
La pandemia ha provocado cambios en nuestra forma de vida que son más que evidentes, lo mismo en la forma en que trabajamos, estudiamos, compramos o nos divertimos, que en un acelerado e irreversible proceso de inmersión en la tecnología y su consecuente efecto en las capacidades de la omnipresencia.
El cambio es la única constante
Dejó de ser definitiva, o al menos importante, la referencia del lugar en que estamos físicamente, porque circunstancias y tecnología abrieron la puerta a una realidad metaversica, en que la ubicación cobra un significado diferente al que había tenido siempre.
Hoy las juntas, las clases y las compras se ubican en una pantalla. Una pantalla que nos pone en contacto sin importar desde donde se está conectando cada participante.
Y esto, que ha sido acelerado por la pandemia, es una nueva realidad que nos obliga a reconocer dos cosas, la primera, que hoy como nunca el cambio es la única constante y, la segunda, que ello nos exige estar en una permanente dinámica de desarrollar nuevas capacidades de adaptación.
Y esto aplica para todo… En verdad para todo…
Ciudades y sector inmobiliario
Y si aplica para todo, más nos vale entender la importancia de construir un hábitad resiliente, y que para ello, Ciudades y sector inmobiliario tendrán que responder a nuevas realidades.
Toca profundizar en nuevas lecturas que nos permitan entender la forma en que ha cambiado la cotidianidad y, lo que es quizá más importante, toca entender como habrá de cambiar en el futuro.
Toca entender a qué realidades tendrán que responder Ciudades y sector inmobiliario.
Toca entender, ante todo, cómo se ha transformado nuestra forma de vida y que respuestas tendrían que dar a ello ciudades y sector inmobiliario.
Y, sobre todo, toca entender cuantos cambios podrán venir en los años siguientes, considerando en ello procesos sociales, económicos, políticos, urbanos y ambientales.
Responder a nuevas realidades
Porque el hecho es que las ciudades tendrían que ser un catalizador de procesos que nos permitan prevenir y no ser solo una mala medicina que usemos cuando ya estamos enfermos de algo que pudimos y debimos pronosticar, entender y prevenir.
¿Cómo y para quién tendrían que ser las viviendas del futuro?¿Cuál será su papel en el proceso de construir ciudades más eficientes, justas, competitivas y sustentables?
¿Cuánto van a costar, quién las va a financiar y quién las va a construir?
¿Qué va a pasar con las inversiones en infraestructura y las actualizaciones regulatorias que requieren las ciudades?
Respuesta a necesidades humanas
Hay además que entender que sí, la cotidianidad requiere infraestructuras públicas fundamentales; requiere resolver el abasto de servicios básicos y requiere transporte y espacio públicos de calidad, pero requiere también activos inmobiliarios que vengan a satisfacer todo tipo de necesidades humanas.
Y esto que suena tan básico, exige que autoridades, sociedad y sector privado, actualicen las lecturas que les abran la puerta a entender realidades actuales y futuras, para crear, en consecuencia, sistemas capaces de generar respuestas adecuadas, suficientes y oportunas.
Hoy ya vivimos realidades en que podemos estar en una junta que “se realice” en una sala en la Ciudad de México sin importar si nos conectamos desde nuestras casas, desde un café, desde un parque o desde otra ciudad o pais.
Inmuebles en el metaverso
Es un primer acercamiento a un metaverso en que vivimos ciudades físicas al mismo tiempo que interactuamos en ciudades y ubicaciones virtuales.
Y ojo, que ya hay ventas inmobiliarias en el metaverso… Ya hay quien invierte en ello y quienes rentan esos espacios, que para muchos siguen siendo difíciles de entender.
Y les digo más…
Ya hay marcas de lujo que venden zapatos virtuales para quien los quiera y pueda comprar para su avatar en redes sociales o en el metaverso…
Y hay quien está dispuesto a pagar por tenerlos.
La realidad toca a nuestra puerta
En un tsunami lo que se nos viene encima… Y más allá de las complejidades del día a día que nos tienen con los pies muy pegados al pasado, es evidente que Ciudades y sector inmobiliario tendrán que responder a nuevas realidades.
La responsabilidad habrá de recaer en quienes definen las transformaciones urbanas y el hacer del sector inmobiliario, que tendrán que entender las nuevas formas en que vivimos, trabajamos, estudiamos, compramos y nos divertimos, para generar las nuevas respuestas que ya necesitamos y las que habremos de necesitar.
Es un reto mayor. El reto de construir futuro al mismo tiempo que se siguen gestionando las realidades de siempre.
Es la realidad que toca a nuestra puerta…
Y si tienen dudas, basta con voltear a ver a los niños que ya viven realidades muy diferentes a las que a nosotros nos ha tocado vivir.
¿Ya los vieron? Ahora prepárense para entender y generar las soluciones que habrán de necesitar sus realidades futuras.
*Horacio Urbano
Presidente de Centro Urbano
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Horacio Urbano
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