Por Horacio Urbano
No hay duda. Claudia Sheinbaum fue la gran perdedora de las elecciones del pasado domingo, al perder la mayoría de las alcaldías chilangas. Esto incluye aquellas consideradas bastiones históricos del movimiento que llevó a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador.
Dicen los expertos que el gobierno desgasta. Y tienen razón, desgasta, y mucho, y más en un ambiente tan dolorosamente polarizado y politizado como el que ha marcado a nuestro país en los años recientes.
El poder desgasta, y en esto poco ayudan tragedias como la de la Línea 12 del Metro, o malas decisiones como las que han caracterizado las políticas públicas y acciones de gobierno en materia de movilidad, desarrollo urbano y vivienda.
En busca de la confianza perdida
Sobra decir que lo que pasó el domingo marcará el resto de la gestión de la jefa de gobierno, que más allá del objetivo de pretender recuperar las alcaldías perdidas o mantener su posición como suspirante a la candidatura de Morena para el 2024, con toda seguridad a lo que en verdad aspira es a recuperar la confianza de la ciudadanía.
Y esa recuperación de la confianza pasa por asumir consecuencias respecto a temas como la tragedia de la Línea12, o las fallidas políticas urbanas que han paralizado el desarrollo de la ciudad y limitado para millones de personas el acceso a una vivienda adecuada. Adecuada y debidamente alineada con un proyecto urbano sostenible y sustentable.
Pasa por asumir consecuencias y, sobre todo, tomar medidas que permitan remediar esas complejas problemáticas.
En respuesta a la expresión de la ciudadanía, Sheinbaum tendría, de entrada, que acelerar y transparentar el esclarecimiento de lo qué pasó en la Línea 12 del Metro. Tendría, por supuesto, que hacer ajustes en sus equipos de movilidad, desarrollo urbano y vivienda.
Y tendría también que reconocer y asumir las consecuencias de haber parado en seco el desarrollo inmobiliario en la entidad, lo que se tradujó, y ello sin considerar impactos de índole económica, en llevar a mínimos históricos la producción de vivienda y acabar con aquella destinada a la atención de los grupos de menores ingresos.
Renovar políticas y visión urbanas
Tendría, si es que en verdad quiere recuperar parte del terreno perdido, que asumir como prioridad la renovación de las políticas e instrumentos de desarrollo urbano y vivienda, creando condiciones que permitan hacer las viviendas qué se necesitan y dónde se necesitan.
Y ojo, que para ello sería indispensable reconstruir las alianzas perdidas con la iniciativa privada y crear condiciones que se traduzcan en la confianza necesaria para acelerar el retorno de las inversiones inmobiliarias.
No será fácil. Nunca es fácil reconocer errores, pero Sheinbaum es una mujer inteligente que con toda seguridad sacará muchas enseñanzas de la potente voz de las urnas.
Las circunstancias le pueden dar a la jefa de gobierno la oportunidad de hacer ajustes en la estructura de su gobierno, así como de profundizar en un modelo de definición de futuro y planeacion, que sea sostenible, sustentable y con horizonte de largo plazo.
Queda por ver si está dispuesta a tomar de esta lección los elementos que le permitan plantear un relanzamiento de su gobierno.
La entrada ¿Ajustará Sheinbaum su política de desarrollo urbano y vivienda? se publicó primero en Centro Urbano .
Horacio Urbano
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