Por Carmen Contreras*
“Push” (2019) es un documental canadiense-sueco, dirigido y producido por Fredrik Gertten quien también ha dirigido “El socialista, el arquitecto y la torre torcida” (2005), “Bicicletas contra Autos” (2015), “Bananas!” (2009), entre otros filmes de denuncia social sobre las desigualdades urbanas y económicas.
En el caso de “Push”, Gertten se enfoca en mostrar las consecuencias de lo que se denomina la intermediación financiera en el desarrollo inmobiliario, la cual a su vez detona un fenómeno llamado “gentrificación”, término que ha sido adoptado por las nuevas generaciones de profesionistas para referirse a la expulsión de población residente de colonias y barrios a medida que suben las rentas para la vivienda y los salarios quedan estancados o el empleo formal es inestable.
Leinali Farha, relatora especial de la ONU para el derecho a la vivienda nos conduce por el laberinto de distintas explicaciones del desmedido aumento de las rentas para alquiler con la participación de especialistas en economía urbana y desarrollo inmobiliario, así como los testimonios de afectados en varias ciudades del mundo, principalmente en Toronto y Londres.
La principal explicación que dan los participantes en el documental es la compra de propiedades por parte de sociedades anónimas de capital que invierten en inmuebles para detonar la especulación sin que estos edificios, -ubicados en los centros con mejor infraestructura y equipamientos-, sean ocupados o tengan algún uso social. De esta forma el derecho a la vivienda es solo una formalidad frente a la realidad de su inclusión en el mercado como un activo.
En su intervención en el documental, Saskia Sassen expone la forma en la que la intermediación financiera en la vivienda forma parte de una dinámica extractiva: Al subir las rentas, los residentes se ven obligados a marcharse por no tener ingresos para pagarlas o son desalojados a través de recursos legales que son posibles en el contexto de una legislación que no controla el incremento desmedido de las rentas. Al ser desalojados “por la mala”, los precios de los servicios se incrementan, los negocios pequeños deben competir con las grandes cadenas y los espacios públicos se cierran como circuitos exclusivos para el disfrute de la ciudad.
El documental también se apoya en algunas ideas del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz (The Price of Inequality, 2012) sobre los mercados que no necesariamente conducen a la justicia social o que la economía de mercado no cuenta con un carácter “moral” y es la sociedad quien debe otorgárselo. En este caso “Push” habla de recuperar la habitabilidad de la ciudad a partir de una postura ética ante los desalojos y la posibilidad de que haya formas de conducir el mercado inmobiliario a partir de otras reglas.
Y es ahí en donde “Push” muestra el papel de los espacios para el cabildeo sobre algunas iniciativas de gobiernos locales, como en el caso de Barcelona, al poner restricciones a Airbnb para seguir ocupando inmuebles para las estancias temporales. En este sentido, una de las medidas que fueron impulsadas por la alcaldesa Ada Colau es prohibir el alquiler de habitaciones por menos de un mes. En el documental se dedica un tiempo considerable a la gestión de Colau y su discurso sobre la regulación de las rentas de alquiler.
Pensando en lo que nos muestra “Push” y en la realidad de las ciudades mexicanas, es necesario tomar en cuenta que en nuestro contexto hace falta la diversificación de las opciones de vivienda ante un panorama caracterizado por poca capacidad de endeudamiento, estancamiento del empleo formal y estructuras burocráticas que entorpecen el desarrollo de instrumentos de planeación, entre ellos, los que se enfocan en la vivienda accesible en precio y ubicación.
Otra reflexión que nos deja “Push” es sobre la participación del desarrollo inmobiliario en los sistemas financieros bajo una lógica que parece imposible de romper sin una intervención estatal, sin embargo ¿de qué instituciones estatales estamos hablando en ciudades latinoamericanas en donde la democracia es incipiente? Definitivamente nuestra realidad es distinta a la que muestra el documental “Push” en ciudades de Canadá y Reino Unido.
Una regulación frente a la mano invisible del mercado en donde la especulación pone bajo un manto a las grandes corporaciones que se dedican a comprar y vender propiedades sin ocuparlas requiere mejores sistemas políticos, instituciones fuertes que representen la diversidad de intereses por la vivienda como derecho y mejores controles anti-corrupción para evitar la opacidad en los flujos de capital.
El documental “Push” es una obra de interés para la discusión sobre la ciudad que queremos en lo futuro a partir de situaciones prácticas y problemas públicos a resolver sobre los desplazamientos en los vecindarios. Constituye también un elemento para la investigación con un enfoque más humano sobre las consecuencias de seguir ignorando que predominan los intereses económicos sobre el suelo y otros recursos para habitar la ciudad. Aquí puede verse el tráiler para mayor información: https://youtu.be/zJkFyVVQ5tE
*Directora de Perspectivas de IG y Consultora en Desarrollo Urbano con Perspectiva de Género
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Columnista invitado
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