Compañías invierten más en espacios que inviten a sus trabajadores a querer trabajar dentro de estos espacios: CBRE
Para responder a las necesidades corporativas, el mercado de oficinas ha evolucionado, no sólo para tener mayor productividad, sino para generar bienestar en los trabajadores de una empresa. Por lo que se pasó de espacios cerrados a lugares abiertos con más luz natural y que promueven mayor colaboración entre las personas.
Hace varias décadas, las oficinas sólo se enfocaban en la productividad y se diseñaban bajo un modelo jerárquico, trabajo individual y comodidad de unos cuantos trabajadores. Los espacios asignados a directores eran de unos 25 metros cuadrados (m²), con baños y salas privadas, la mayoría de estas oficinas tenían las mejores vistas y luz natural para quienes las ocupaban.
“En cuanto a los edificios, tenían más muros que cristal en las fachadas, las alturas entre pisos no llegaban a más de tres metros y los sistemas de preservación de vida eran escasos; por ejemplo, el sistema de aire acondicionado estaba pensado para una gran densidad y sobre todo para un segmento en el que predominaban los hombres, lo que hace que estos espacios en la actualidad sean demasiado fríos, lo que afecta la productividad”, explicó Sergio Pérez, vicepresidente de Soluciones Empresariales de CBRE México.
De acuerdo con el especialista, con el uso de la tecnología, estos edificios incrementaron la altura entre pisos, las plantas fueron más grandes y eficientes, incrementó la velocidad de los elevadores, las fachadas usaron más cristal y hasta ventanas duo-vent, que son dos cristales templados con un gas en medio que no permite el paso de la sensación térmica ni ruido exterior, lo que crea un ambiente interno de confort y reduce los gastos de operación.
“El cambio en los ambientes corporativos ha sido tan importante a nivel mundial que han surgido instituciones especializadas en el tema, como el USGBC (United States Green Building Council) o IWBI (International WELL Building Institute), que se dedican a mejorar tanto los edificios como los espacios de oficinas. Estas empresas han creado certificaciones como LEED o WELL, para que los desarrolladores y las empresas tengan un distintivo en cuanto a cómo fueron diseñadas y construidas”, agregó.
Con dichas certificaciones, que abarcan innovación, ubicación y transporte, sitios sustentables, eficiencia del agua, energía y atmósfera, materiales y recursos, calidad en el ambiente interior, luz natural, calidad del aire, confort, salud física y mental, los inquilinos tienen mejores condiciones que los hacen trabajar mejor.
Esto se debe a que se genera mayor colaboración entre trabajadores, hay menos espacios cerrados, estaciones de trabajo sin asignar y sobre todo el acceso a la tecnología que permite trabajar de una manera más eficiente y desde cualquier lugar. Mientras que el aprovechamiento de la luz natural también influye en la salud y el bienestar, explicó Sergio Calderón, gerente de CBRE México.
“En un estudio realizado en 2015 por International WELL Building Institute, se descubrió que las personas son 36% más productivas cuando se tiene iluminación natural. Algunos años atrás la tendencia en el mundo corporativo apuntaba hacia reducir la huella de oficinas hasta el punto de tener a más personas trabajando desde casa, lo único que se logró fue perder productividad. La mayoría de las empresas respondieron rápidamente y ahora invierten más dinero en espacios que inviten a sus trabajadores a querer trabajar dentro de estos espacios. El que las empresas se enfoquen cada vez más en sus trabajadores al crear un mejor ambiente de trabajo, mayor movilidad, libertad y colaboración, hace que al final del día genere mayores ganancias para ellas”.
Otro factor que influye en esto es el cambio generacional, ya que actualmente se pueden identificar cuatro generaciones que trabajan en un mismo sitio, lo que ha creado la necesidad de tener espacio en donde todos puedan colaborar, sin afectar e invadir el enfoque de cada generación.
Por ejemplo, la necesidad de los baby boomers por tener una oficina muy grande para demostrar su nivel jerárquico y los millennials que prefieren estar en espacios abiertos y ser más horizontales en tema jerárquico.
“En Tlalnepantla, Estado de México, existe un campus corporativo llamado ‘Centrum Park’, que es un excelente ejemplo sobre el tema, con plantas de 7,800 m², con certificación LEED, con una eficiencia de 96%; tiene 8,000 m² de áreas verdes y sus 4.5 metros de altura entrepiso, crean un ambiente perfecto para que las personas se sientan cómodas y sean más eficientes.
“De lo que trata todo este cambio es de entender que las personas pasan más tiempo en su lugar de trabajo que en cualquier otra actividad que realicen, por eso es tan importante crear un ambiente ideal para trabajar y sentirte cómodo y ser más productivo”, concluyó Pérez.
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Diego Rodríguez