Por Gustavo López padilla*La memoria no es lo que recordamos, sino lo que nos recuerda. La memoria es un presente que nunca acaba de pasar
Octavio Paz
La vida y la arquitectura tienen semejanzas, se van construyendo poco a poco en el tiempo y la excelencia en ambas, se puede ir logrando si se reconocen y practican un conjunto de valores que les dan pleno sentido. Sin valores podemos hablar tan solo de existencia por un lado y de construcción por el otro. Los valores involucrados hacen la diferencia. En gran medida la buena vida y la buena arquitectura también tienen que ver con los caminos, que generalmente se recorren en compañía de los otros. Se van alimentando y enriqueciendo, a partir del intercambio continuo de ideas y experiencias, en donde no es suficiente permanecer solo y en silencio. Hacen falta entonces para la vida y la arquitectura, la conversación, la compañía, las vivencias colectivas y todo esto se desarrolla en el tiempo y el espacio, entendiendo por espacio: el orden de las coexistencias posibles y por tiempo, el orden de las sucesiones posibles.
Han pasado cincuenta años y sobre todo para Sánchez Arquitectos y Asociados, la celebración tiene que ver con las maneras de cómo hemos compartido la vida y la amistad, entre quienes conformamos este equipo de trabajo. Antes que nada en todo este tiempo, Luís Sánchez Renero, Félix Sánchez Aguilar, Gustavo López Padilla y Fernando Mota Fernández, hemos sido y seguimos siendo amigos en las buenas y en las malas, sumando y respetando habilidades y diferencias de cada uno de nosotros. Hemos trabajado intensamente largas jornadas, nos hemos divertido de igual manera y como parte de esto último, hemos viajado a un puñado de lugares interesantes, dentro y fuera del país. Compartimos valores de vida y el gusto por la arquitectura, imaginar lugares distintos en las ciudades que la gente pueda habitar, desarrollando ahí sus actividades cotidianas. Somos un equipo y en algún tiempo formaron parte del mismo: Alberto Robledo Landero, Álvaro Díaz Escobedo y Raúl González Martínez. Hemos tenido asociados por proyecto como Humberto Ricalde González, Héctor Meza Pastor, Miguel Murguía y José Luís Pérez Maldonado, mas un grupo de poco mas de doscientos colaboradores. Algunos de estos últimos hoy en día son reconocidos arquitectos, lo cual para nosotros es también motivo de satisfacción. Naturalmente agradecemos a todos sus valiosas contribuciones, que se reflejan en lo que hoy es Sánchez Arquitectos y Asociados.
Nuestra experiencia profesional se ha caracterizado por la voluntad de ser, la constancia, la resistencia, entendiendo la práctica de la arquitectura como un servicio de carácter social, todo ordenado a partir del ejercicio de la razón, pensando siempre en la estrecha relación que existe entre arquitectura y ciudad, entre los individuos y la colectividad. Nos hemos inventado en la medida que hemos recorrido el camino. A lo largo de cincuenta años hemos podido realizar 308 proyectos, de los cuales 243 son de naturaleza arquitectónica y 65 tienen que ver con planeación y diseño urbano. Como en toda experiencia humana, la valoración del conjunto es diversa, pero para esta oportunidad, mostraremos y comentaremos una selección de obras que puede ser representativa de nuestra práctica profesional, en términos de ideas que les dan sentido y sus correspondientes expresiones compositivas y formales.
Conjunto Habitacional Integración Latinoamericana
Uno de los temas proyectuales que ha estado presente, de manera constante, a todo lo largo de nuestra experiencia profesional, desde el año de 1973, ha sido el de los conjuntos de vivienda de interés social, de los cuales hemos realizado veinticinco proyectos en diferentes localidades de la República Mexicana, tomando en cuenta particularidades del lugar y condiciones distintas de carácter cultural. Entre ellos tiene para nosotros particular significación el Conjunto Integración Latinoamericana, terminado en el año 1976, ubicado al sur de la ciudad de México, proyecto en el que fueron asociados Héctor Meza Pastor y Humberto Ricalde González. Se trata de un conjunto de 1460 viviendas, en un terreno de 108,450 m2 y contando con una densidad construida de 750 habitantes por hectárea. El terreno disponible cuenta con estrechos frentes, mirando a sus dos avenidas limítrofes, Universidad y Cerro del Agua, a través de las cuales se conecta a la ciudad, lo que se tradujo en plantear en términos de diseño urbano, un circuito vial interior que se extiende linealmente hacia las calles urbanas en cuestión, con la idea de tratar de integrarse al tejido de la ciudad. Las viviendas se organizaron en relación a amplias plazas altas cubriendo en su parte baja estacionamientos. Se combinaron tres tipos de edificios de cinco, diez y dieciséis niveles, alojando departamentos con distintas áreas útiles, que van desde 75.00 m2 hasta 120.00 m2, logrando con ello mezclas socio económicas, que incluyen desde dos y hasta cinco salarios mínimos. Con las plazas sobre los estacionamientos y los jardines exteriores posibles, se llegó a un 59.4% de espacios abiertos, sin roces peatonales con los automóviles.
Hotel Holiday Inn Caballito
En el año de 1979, tuvimos la oportunidad de participar en un proyecto de gran escala y repercusión urbana para la ciudad de México, el Hotel Holiday Inn Caballito, que se ubicaría en la confluencia del Paseo de la Reforma con Ave. Juárez, Rosales y Basilio Badillo, en la colonia Juárez. Fueron asociados del mismo Héctor Meza Pastor y Humberto Ricalde González. El proyecto contaría con 79,610.00 m2 construidos, de los cuales 18,147.00 m2 serían estacionamientos ubicados en cuatro niveles abajo del nivel de banqueta, 20,389.00 m2 que conformarían un cuerpo bajo de accesos y servicios generales del hotel y 41,073.00 m2 que conformarían una torre, resultando un total de 45 niveles construidos sobre el de banqueta. En términos urbanos, dada la altura del edificio, el hotel dialogaría con la nueva torre de la Lotería Nacional, ubicada enfrente sobre la misma Reforma, constituyendo así un par de volúmenes verticales, a manera de una gran puerta o un nodo de referencia que definiría el rumbo vehicular hacia el norte por la misma avenida. Arquitectónicamente en el proyecto se exploraron formas geométricas simples, buscando además expresividades formales, contrastes, juegos de claroscuros, proponiendo terminar el edificio con materiales prefabricados, texturas y colores, relacionados con el barro recocido. Estando en proceso de obra, dada la crisis financiera en el país del año 1982, el edificio detuvo su construcción por un largo período de tiempo, nuestra participación fue suspendida y no se terminó de acuerdo con el proyecto originalmente diseñado. Otros mas adelante lo convirtieron en un edificio de oficinas.
Programa Renovación Habitacional Popular
En 1985 ocurrieron un par de fuertes sismos que afectaron brutalmente a la ciudad de México y entre los estragos de derrumbes ocurridos, se perdió una considerable cantidad de viviendas, afectando en buena medida a los grupos sociales menos favorecidos económicamente, ubicados en las zonas centrales de la ciudad. Se tuvo que instrumentar a la brevedad un programa gubernamental, denominado Renovación Habitación Popular, dentro del cual participamos como proyectistas arquitectónicos, urbanos y supervisores de obra, con la finalidad de colaborar en la reposición lo mas pronto posible de esas viviendas. Se trabajó directamente sobre las calles afectadas, con los grupos sociales involucrados en cada uno de los lotes correspondientes, en una suerte de arquitectura participativa, de lo cual surgieron prototipos de vivienda que se utilizaron en los proyectos de reconstrucción y de los cuales nosotros fuimos los autores de algunos de ellos. En paralelo trabajamos también en criterios de imágenes urbanas y agrupamientos de conjunto, algunos de los cuales sirvieron de base proyectual, para los otros equipos de arquitectos que participaron, como parte del programa de respuesta a la problemática suscitada. Los prototipos de vivienda rondaban los 38.00 m2 construidos cada uno, planteados a levantarse mediante métodos, materiales y procedimientos tradicionales de construcción, generando con ello además, mano de obra que benefició a los propios afectados. Se exploraron criterios de diseño, que tenían que ver directamente con las ideas espaciales de las llamadas vecindades, agrupamientos de viviendas que forman parte de la vida colectiva, histórica, tradicional, en nuestra ciudad. Además de los criterios de agrupamiento, en lo que tiene que ver con la imagen urbana de los conjuntos, que contaron con tres niveles de altura, logramos incorporar un repertorio de colores que se aplicaron en los mismos, relacionados con la cultura nacional, lo cual se tradujo en rostros construidos amables y atractivos, que la comunidad aceptó de buena manera. Se conformaron en la ciudad distintas zonas de construcción de los proyectos y nosotros fuimos corresponsables de dos de ellas, en donde realizamos trabajos de dirección arquitectónica. Este proyecto a nivel mundial ganó el premio Sir Robert Matthew de la UIA, Unión Internacional de Arquitectos.
Por esas mismas fechas del sismo de 1985, decidimos apoyar también lo que tenía que ver con la reconstrucción de la colonia Roma, igualmente afectada en nuestra ciudad de México y mientras mucha gente se alejaba de la zona, nosotros decidimos trasladar nuestra oficina de diseño, precisamente a la calle de Flora, en el número 16, de la ya mencionada colonia Roma. Adquirimos una casa catalogada históricamente, que data de los primeros años del siglo XX, por ahí de 1904, que fue afectada por los sismos referidos. En este caso tuvimos la oportunidad de desarrollar un proyecto, en el que se mezclaron respetuosamente, la reconstrucción fiel de una buena parte de la construcción histórica original, combinando lo anterior con obra nueva, en la que se experimentaron criterios y diseños cercanos a un racionalismo tecnológico. La imagen urbana de la propiedad se mantuvo fielmente, como había sido proyectada de origen, su fachada no había sido afectada y por los interiores, en una primera crujía del proyecto, se restituyeron muros, plafones y yeserías, con todos sus detalles respectivos. En una segunda crujía se restauraron algunos trabajos de muros en los que había combinaciones de barro y tepetate, dejando estas particularidades constructivas en su condición aparente, lo que se combinó con estructuras metálicas nuevas, entrepisos de madera y muretes bajos terminados con blocks de cristal, todo esto mostrado de igual manera en su condición aparente. Entre una crujía y otra se mantuvo un patio central, que fue cubierto con una estructura metálica y cristal y sus pisos fueron acabados mediante juegos geométricos circulares, en donde el tabique de barro fue el material empleado. A esta obra de respeto y reconstrucción del patrimonio histórico construido, mezclado armoniosamente con obra nueva, siguieron otras más, hasta llegar a nuestra oficina actual del año 2003, ubicada en Teotihuacán 19, en la colonia Hipódromo.
Para las ciudades, el tema de la movilidad social es una de sus preocupaciones operativas fundamentales y el sistema de transporte colectivo del Metro, constituye parte de su estructura vertebral de solución, que se vincula complementariamente, en ocasiones, con otros sistemas de transporte. En este orden de cosas, recibimos la invitación para desarrollar el proyecto de una estación de transferencia entre el sistema del Metro y rutas de camiones urbanos, que complementan los trayectos requeridos, en la zona que colinda con la Calzada Ignacio Zaragoza, ubicada al oriente de nuestra ciudad, en la Alcaldía Venustiano Carranza. El proyecto terminado en 1991, contempló dentro de su programa arquitectónico a resolver, el contar con un amplio espacio cubierto, como entrada y salida de la estación del Metro Zaragoza y zonas exteriores de lanzaderas, para ubicar ahí distintas rutas de camiones. En la propuesta conceptual del proyecto, se planteó realizar un sistema de cubiertas altas, tubulares metálicas, combinando lo anterior con superficies acristaladas, aludiendo a la distancia a criterios de diseño de las tradicionales estaciones de trenes, que se desarrollaron en el mundo y en nuestro país, desde mediados del siglo XIX. La solución proyectual contempla un gran espacio, fluido, funcional, bien iluminado, que se ajusta a distintas plataformas de niveles, respondiendo a los recorridos peatonales necesarios de los usuarios, que transitan entre las subterráneas instalaciones del Metro, hasta llegar a las lanzaderas exteriores de las rutas de camiones. Hablamos de una arquitectura que transita entre lo funcional, racional, alusiones históricas y una cierta expresión compositiva y formal tecnológico industrial.
Mercado Pino Suárez
Por años en la ciudad de México, se dejaron de construir mercados públicos, en su lugar proliferaron los centros comerciales privados. Pero al mismo tiempo desde la segunda mitad de los años ochenta, creció el número de vendedores ambulantes, que ofrecen sus productos y servicios en las calles, ocupando banquetas y afectando de manera importante el tránsito peatonal. En este orden de cosas fuimos invitados para desarrollar el proyecto de un mercado público, terminado en 1992, encaminado a alojar y ordenar a los vendedores ambulantes que se ubicaban en los alrededores de la Plaza Pino Suárez, en el centro de la ciudad de México. En el sitio existían las preexistencias de unas plataformas de concreto, que lastraban sustituyendo el peso que había existido en el lugar, referido a unos edificios altos que habían sido demolidos después del sismo de 85, implicando la estabilidad de las instalaciones del metro subterráneo, precisamente en su estación Pino Suárez. Cercanos a las instalaciones del Metro, a petición nuestra se ubicaron unos paraderos de autobuses, estableciéndose así una relación operativa complementaria entre paraderos y el Metro. Esta condición definió que el tránsito peatonal de los usuarios entre ambas instalaciones, pudiera inducirse de manera controlada por la parte alta de las plataformas de concreto, donde se instalarían ahí justamente los locales para alojar a los vendedores ambulantes y liberar así el espacio de la Plaza en los alrededores a la entradas del Metro. La obligatoriedad del tránsito peatonal recorriendo las instalaciones del nuevo mercado, garantizó su funcionalidad comercial. El proyecto fue resuelto linealmente, mediante una dinámica estructura perimetral tubular metálica, incluyendo una cubierta ondulante cóncavo-convexa, resuelta mediante armaduras prefabricadas y cubiertas ligeras aislantes, también metálicas, liberando en la parte baja el ordenamiento de los puestos comerciales, propiciando además ventilaciones naturales cruzadas.
Conjunto de Viviendas Amsterdam 120
Las implicaciones de los sismos de 1985, también afectaron de manera importante a la colonia Condesa y zonas aledañas. Por algunos años las huellas de la destrucción mostraban imágenes como detenidas en el tiempo, poco alentadoras y grupos importantes de población se fueron alejando de la vida en la zona. Nosotros sin embargo, creímos y visualizamos que a pesar de lo anterior, la Condesa contaba con una infraestructura urbana importante, incluyendo desde luego el Parque México, lo que le confería un potencial, que esperaba tan solo algunos indicios detonantes para desarrollar y mejorar de nuevo la zona y sus alrededores. Fue así que en el año 1992 terminamos el desarrollo de un proyecto de vivienda particular colectiva, en un terreno que tiene 15 metros de frente hacia la calle de Amsterdam, una de las más emblemáticas, confortables y arboladas de la colonia Condesa. En esta oportunidad nos planteamos explorar una alternativa proyectual diferente del común de proyectos semejantes que se podían desarrollar en el sitio. Así en lugar de imaginar un edificio tradicional vertical de planta baja y tres niveles superiores, que se permitía de acuerdo a los reglamentos urbanos vigentes, propusimos en Amsterdam 120, tres viviendas unifamiliares, independientes entre ellas, desarrolladas linealmente en cuatro niveles, implicando para cada una un tercio del frente disponible a la calle, refiriendo conceptualmente la solución del proyecto a lo que se conoce como town houses, alternativa arquitectónico urbana ampliamente explorada en varias ciudades europeas y en los Estados Unidos. En el proyecto se ubicaron, el acceso principal peatonal y los estacionamientos requeridos en el nivel de planta baja y en los restantes se ordenaron los espacios útiles, a partir de un patio central cubierto de triple altura, ubicando las áreas públicas de convivencia y servicios en un primer nivel y el resto de los lugares mas privados, en los niveles segundo y tercero. Se buscó con ello continuidades en los espacios, contar con mucha luz y ventilaciones naturales cruzadas, para lograr confort en los interiores. Esta obra en su momento, fue de las primeras que confiaron en el nuevo impulso urbano en la Condesa, que actualmente muestra un desarrollo diverso y vertiginoso. Posteriormente a esta obra, siguieron para nosotros otras de la misma naturaleza, en la misma colonia Condesa, así como en la Roma y Polanco al poniente de la ciudad
Plan de Desarrollo Puerto Marqués
El puerto de Acapulco en el Estado de Guerrero, es sin duda uno de los lugares turísticos mas importantes del país, con amplios reconocimientos a nivel internacional. Sin embargo por décadas, el desarrollo de sus infraestructuras urbanas, lo que tiene que ver con sus vialidades y redes de agua potable, drenaje y electricidad, fueron deficientes, afectando incluso la calidad del agua en sus playas, donde se descargaban directamente aguas de drenaje, poniendo en riesgo la salud de los visitantes al sitio. A estas condiciones adversas, contribuían de manera importante los grupos de locales comerciales, de mala calidad, que dan frente a las playas públicas mencionadas. A partir de esta circunstancia, fuimos invitados a implementar un Plan de Desarrollo en la Bahía de Puerto Marqués, que fue terminado en 1994. Dicho plan fue el resultado de consultas y acercamientos directos con la población del lugar, planteando de inicio mejoramientos en la vialidad principal cercana y colindante al frente de mar, incluyendo la construcción de nuevas redes de agua potable, electricidad y en lo que tiene que ver con el drenaje, una nueva red que se llevó a una planta de tratamiento también nueva, cuyas aguas residuales se vierten ahora en la llamada laguna Negra, lejos de la playa. Los beneficios al ecosistema y a la salud pública del lugar son ahora evidentes. Al mismo tiempo, se propuso la construcción de nuevos locales comerciales en el frente de mar, retrasando y elevando su nivel de desplante en relación a su posición original con respecto a la playa, aumentando el área libre de espacios con arena, entre el acercamiento natural de las olas del mar y la zona comercial. Los nuevos locales comerciales implicaron un diseño sistemático, modular, semiprefabricado, obteniéndose además un repertorio de distintas áreas de locales disponibles. Se combinaron muros de block tradicionales con acabados convenientes, a lo que se sumaron estructuras metálicas y cubiertas de multypanel, con tratamientos particulares para la salinidad, buscando espacialmente funcionalidad operativa en los locales, servicios sanitarios limpios y eficientes, vistas francas a la playa y ventilaciones naturales cruzadas, buscando el confort de los usuarios en los locales. Hablamos a final de cuentas, de un proyecto turístico con implicaciones sociales.
Torre de Ingeniería de la UNAM
El proyecto de diseño colectivo de la Ciudad Universitaria de 1952, ubicado al sur de la ciudad de México, fue declarado Patrimonio Nacional en 2005 y en 2007 Patrimonio Cultural de la Humanidad. Formando parte de este contexto, fundamental para la Arquitectura Mexicana Contemporánea, fuimos invitados a desarrollar el proyecto de la Torre del Instituto de Ingeniería, inaugurada en 2002, ubicada a un costado de la Alberca Olímpica, en un terreno limítrofe con la zona considerada patrimonial perímetro A. Se dispuso de un terreno que ya había sido ocupado previamente por unas bodegas y las instalaciones de un túnel de viento, dependientes ambas del Instituto de Ingeniería. Se demolieron las bodegas, se conservó el túnel de viento y la condición de desarrollo del proyecto fue que se podía disponer del área del terreno demolida, pero no se debía ocupar nuevo terreno de área libre verde. Con esta premisa, se planteó un edificio que tuviera alusiones al campus original de Ciudad Universitaria, de fuerte influencia conceptual Le Corbusiana, pero que al mismo tiempo, representara los avances tecnológicos de la ingeniería mexicana actual. Se diseñó un primer volumen, a manera de una plataforma, cubriendo y resguardando el túnel de viento, al cual se llega a su azotea mediante una rampa peatonal descubierta, que recorre parte del paisaje natural circundante, generando una plaza, zona de acceso y desplante del volumen principal. Ya en el edificio se dispuso en planta baja una zona porticada, constituida por sólidas columnas de concreto armado enduelado aparente, recubierta parcialmente de cristal, aludiendo junto con la rampa mencionada previamente a propuestas Le Corbusianas. Sobre esta base previa se levantó una estructura metálica, columnas, trabes y entrepisos aparentes, haciendo viajar las instalaciones necesarias de igual manera aparentes. Conceptual, formal y estructuralmente, el edificio en este sentido es cercano a interpretaciones High Tech. Patios centrales de dos y cuatro alturas, por donde el paisaje verde circundante penetra visualmente hasta el corazón del edificio, ordenan la composición general. La cubierta alta metálica de remate del edificio, es una reinterpretación modernizada, de la cubierta que termina en su parte alta el edificio de ciencias, ubicado en el corazón del proyecto original de 1952. La Torre de ingeniería se planteó de origen con un carácter experimental, incluyendo criterios de carácter ambiental. La realización de este edificio representó un reto, un privilegio y mas tomando en cuenta el compromiso que significaba, que todos los implicados en el mismo, somos egresados de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. El proyecto fue reconocido con el Premio Nacional de Ahorro de Energía y Fuentes Renovables 2008 , por parte de la Secretaría de Energía.
Escala Náutica, La Paz Baja California
El turismo siguiendo las rutas costeras, exteriores e interiores de la Península de Baja California, se desarrolla en buena medida, a partir de las embarcaciones de diverso calado, provenientes de los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá. Luego entonces a lo largo de estas rutas de travesías, se vuelve necesario contar con apoyos logísticos y de servicios para las embarcaciones. Para tales efectos fuimos invitados por FONATUR, para desarrollar un proyecto prototipo denominado Escala Náutica, que se ubicaría en varias localidades a lo largo del recorrido de las embarcaciones posibles. El primer proyecto construido, fue localizado en el Mar de Cortés, en la ciudad de la Paz y terminado en 2006. El listado programático incluyó una marina para atracar embarcaciones, taller de reparaciones y reposición de refacciones, área administrativa, otra de descanso para visitantes y zona comercial, incluyendo un restaurante y bar terraza descubierto. Se pretendía originalmente que el diseño del edificio fuera prototipo y se repitiera en diversas localidades, lo que nos llevó en materia proyectual, a plantear una propuesta sistematizada, modular, de formas simples, utilizando materiales y procedimientos constructivos metálicos, aparentes, producidos en fábrica, finalmente atornillados en el sitio, con los tratamientos necesarios para enfrentar la salinidad. La forma, composición y ambientación de los espacios resultantes, aluden a los lugares descubiertos aterrazados, que existen en las grandes embarcaciones de carácter turístico.
Edificio de Departamentos Del Ángel 14
La colonia San José Insurgentes, al sur de la ciudad de México, originalmente estaba constituida mayoritariamente por casas habitación unifamiliares, desplantadas en lotes generosos, construidas entre las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. La ubicación de la colonia, limitada perimetralmente por vialidades importantes y contando con equipamientos urbanos variados y de buena calidad, fueron induciendo paulatinamente cambios en su densidad construida, a partir de la década de los años noventa, lo que ha ido cambiando su rostro urbano, sustituyendo las originales casas habitación, por edificios de baja altura, de entre tres y cinco niveles, lo que se ha traducido en una densidad media baja de ocupación del suelo Como consecuencia de esta transformación, tuvimos la oportunidad de desarrollar el proyecto de uno de estos nuevos edificios, ubicado en la calle Del Ángel, en el número 14, en una ubicación cercana a Río Mixcoac. El proyecto resultante terminado en 2016, cuenta con un semisótano, donde se ubican estacionamientos y el acceso principal peatonal, a lo que se suman tres niveles superiores, donde se ubican seis departamentos, dos por nivel, disponiendo adicionalmente en azoteas de terrazas útiles, pergoladas, matizando y regulando así las incidencias del sol en la zona. En términos proyectuales cada departamento tiene claramente definidas sus zonas de uso, ubicando al fondo de manera separada las privadas de dormir, al centro los servicios y al frente, colindando con la calle arbolada, los lugares más sociales, incluyendo terrazas. La fachada principal del edificio de orientación poniente, está protegida mediante celosías metálicas móviles, permitiendo regular y protegerse de las incidencias del sol y sus ganancias de calor. Lo anterior genera una dinámica continua de juegos de claroscuros, que van cambiando de acuerdo al curso de los días y los intereses de confort de los usuarios de cada departamento.
Conjunto Santa María, San Miguel Allende
Las ciudades que tienen un reconocido patrimonio construido, representan una oportunidad interesante para desarrollar en ellas proyectos urbanos y arquitectónicos. Las polémicas de cómo resolver dichos proyectos generan siempre posturas encontradas. Dentro de lo anterior, nosotros creemos que como arquitectos tenemos un doble compromiso, por un lado con la historia y el patrimonio construido, pero al mismo tiempo debemos asumir nuestra responsabilidad de representar la actualidad de nuestro tiempo. Entonces nuestra postura proyectual es tratar de realizar reinterpretaciones contemporáneas de vida, culturales, urbanas y arquitectónicas, con la voluntad de respetar y al mismo tiempo enriquecer y diversificar los contextos urbanos de las ciudades en cuestión. A partir del año 2009 y a lo largo de poco mas de diez años, hasta 2020, desarrollamos un conjunto denominado Rincón de Santa María, ubicado en San Miguel de Allende Guanajuato, colindando con el arroyo de las Cachinches, que es alimentado por las aguas de la Presa del Obraje. El conjunto cuenta con 24 unidades habitables, 8 tipos distintos de viviendas, entendidos estos últimos como reinterpretaciones contemporáneas de las viviendas tradicionales que se han experimentado por largos años en el lugar, en los cuales la vivencia en relación a patios es esencial, procurando una riqueza habitable interior, además de aprovechar la luz y ventilación naturales en los lugares propiamente privados. En términos urbanos, al acercarse al conjunto, por sus exteriores se aprecia el diseño de una calle pública que en sus tratamientos ambientales, formales y de acabados, nos remiten a las calles tradicionales de San Miguel Allende. Al interior del conjunto, este se organiza en relación a una calle en forma de U y en un tramo del recorrido de esta última se descubre una plaza central abierta comunitaria. Los paramentos volumétricos de las viviendas, definen la escala, espacialidad y personalidad de la calle, aludiendo contemporáneamente a las calles de la ciudad tradicional. El conjunto es abierto, variado en sus fachadas, sin rejas o limitaciones, se puede recorrer peatonalmente, con lo cual se integra al tejido social y urbano de la localidad.
Escuela bancaria y Comercial Campus Liverpool
El tema de la arquitectura educativa ha representado para nosotros, varias y continuas oportunidades para desarrollar proyectos, de distintas escalas, en diferentes localidades de la República Mexicana, en los cuales hemos buscado una relación abierta, directa entre la vida interior de las escuelas y la vida de barrio colectiva de ciudad donde se ubican. Al mismo tiempo, estos proyectos nos han permitido experimentar con espacios colectivos que deben ser funcionales, flexibles, luminosos, inclusivos, diversos, acreditando los mas actuales criterios pedagógicos, en los cuales los sistemas avanzados de comunicación juegan un papel determinante. En 2018 se inauguró la sede matriz de la Escuela Bancaria y Comercial, ubicada en la confluencia de las calles Liverpool y Dinamarca, contando el terreno con un frente adicional posterior hacia la calle de Marsella, en la colonia Juárez, en la ciudad de México. El proyecto se ordena a partir de dos amplios patios cubiertos, iluminados y ventilados naturalmente y una calle peatonal interior que recorre toda la escuela, enlazando las vivencias urbanas entre las calles de Dinamarca al frente del conjunto y la calle de Marsella al fondo del mismo. Partiendo de la idea de una escuela abierta a la vida de la ciudad, en la esquina principal del proyecto se cuenta con un amplio ventanal transparente, que permite visualizar la vida colectiva interior de alumnos y profesores, enriqueciendo con ello las posibilidades de la vida del barrio en el lugar. En continuidad con otros proyectos realizados previamente para la misma institución, los materiales y procedimientos constructivos empleados en esta escuela, fundamentalmente metálicos y madera en su condición aparente, nos muestran acercamientos a criterios high tech, incluyendo recorridos verticales y horizontales de las diversas instalaciones necesarias. Complementan el diseño general, consideraciones de carácter ambiental, como el contar con terrazas a distintos niveles y patios jardinados, sumando a ello la regulación de las incidencias del sol y sus ganancias de calor, la reutilización de las aguas de lluvia y residuales, utilizando preferentemente iluminación y ventilación naturales en los espacios interiores, evitando en lo posible consumos de energía, buscando además confort y serenidad en sus calidades habitables.
Casa Pich Valladolid, Yucatán
Dada su fuerza de origen, las consideraciones básicas de los contextos naturales, como lo que tiene que ver con el clima y las preexistencias vegetales, se vuelven determinantes para la conceptualización y realización material de algunos proyectos. Tal es el caso de la que llamamos Casa Pich, ubicada en la ciudad de Valladolid, en el Estado de Yucatán, terminada parcialmente en 2022 y que continúa paulatinamente su proceso de complementación. El clima en la localidad es cálido, húmedo, con lluvias regulares e intensas en verano. El terreno donde se ubica el proyecto, cuenta de origen con un conjunto de árboles sanos y de buena presencia, a lo que se suman algunos desniveles en el terreno natural. En este orden de cosas, la propuesta proyectual de la Casa Pich, dispone posicionalmente los distintos componentes programáticos, privados y públicos, como volúmenes aislados, complementarios, que se van entreverando respetando la vegetación preexistente, la topografía, las mejores orientaciones posibles, las corrientes del viento refrescante y buscando la protección de las frondas de los árboles, tomando en cuenta los movimientos del sol. Lo construido está constituido por volúmenes abiertos, con apoyos puntuales metálicos, cubiertas ligeras y otras pergoladas, que se relacionan con espacios abiertos, terrazas, donde se desarrolla la vida comunitaria. A las terrazas descubiertas y la vegetación protectora, se suma un carril de nado, para buscar además del ejercicio relajante, mejorar el clima y las condiciones de confort del conjunto en el lugar.
Planeación Urbana
En términos de planeación urbana lo hemos hecho desde los setentas, cuando se creó la Secretaría de Asentamientos Humanos con el afán de conocer, medir y mejorar el desarrollo urbano del país. Las ciudades crecen, cambian de usos, son impactadas con múltiples intervenciones. Por momentos, si las intervenciones no son afortunadas deterioran la zona, suceden procesos de ecología humana denominados fenómenos de secesión-sucesión. Sin embargo la fuerza natural de la urbe provoca su eventual realineamiento y mejoramiento. El deterioro y el auge de la ciudad contemporánea y su renovación es un proceso continuo, inacabado, en constante evolución. Es un organismo vivo que demanda previsión, planeación estratégica y acción concertada con los diferentes agentes sociales que intervienen en ella. Hemos participado en los planes generales del DF y en planes maestros en distintas ciudades y regiones. Siempre hemos trabajado conociendo de cerca los lugares a intervenir, a la gente y su idiosincrasia. Por ello nuestra visión se ajusta a la intervención gradual de las zonas; somos partidarios del micro-urbanismo que aterriza en obras puntuales.
En el despacho hay una continuidad de disciplinas que convergen en distintos momentos: de la planeación y el urbanismo, al diseño urbano, al paisaje y a la arquitectura. Siempre hemos explorado diversas escalas de intervención en las ciudades. Un plan inicia con : investigación, idea-madre, esquemas y acción ejecutiva y termina el ciclo con la retroalimentación y evaluación. Como premisa partir de la escala del barrio y pasar a la escala de un sector o segmento de ciudad. Hemos hecho planes desde Apetlachica en Puebla, hasta los poblados pesqueros de Baja California, pasando por análisis puntuales del centro de Puebla, Jalapa, Coatzacoalcos, Veracruz en la región de los Tules y Acapulco. Los temas tratados van de asignar una zonificación primaria y secundaria de la ciudad. Elaborar un esquema de barrios a partir de los ejes viales. Definir las áreas aptas para el Desarrollo Urbano, estableciendo los usos y destinos del suelo del área de crecimiento. Ubicar y cuantificar las acciones que demanda en sus diferentes estratos sociales en la ciudad. Ubicar los elementos de equipamiento urbano. Cuantificar y ubicar las acciones correspondientes a programas de suelo, infraestructura, vivienda y equipamiento para el corto, mediano y largo plazos. Definir las infraestructuras necesarias y lo más importante establecer y jerarquizar el espacio abierto y el espacio público, donde la calle es el gran protagonista urbano y las áreas de conservación natural. Pensamos que ciudad y campo deben convivir en armonía.
Octavio Paz nos dice poéticamente, que la memoria no es lo que recordamos, sino lo que nos recuerda, que la memoria es un presente que nunca acaba de pasar. Pasados cincuenta años, lo que va quedando de nosotros son las obras que logramos concretar en este lapso de tiempo, constituyendo el corpus de nuestro trabajo. Mas adelante, tal vez algunas de estas obras, mas allá de la nostalgia, puedan superar el silencio del olvido, traspasar la frontera de la historia y constituir realmente lo que nos recuerde. Pero entretanto, la vida sigue sin detenerse… y con ánimo renovado, sobre el papel en blanco, seguimos como equipo arrastrando el lápiz cada mañana, el reto en estos tiempos de perspectivas poco claras, sigue siendo el tener la capacidad de reinventarnos.
23 de junio 1973 – 23 de junio 2023
Ciudad de México
*Gustavo López Padilla
Arquitecto
navegandolaarquitectura.wordpress.com
La entrada Y pasaron cincuenta años… Sánchez Arquitectos y Asociados se publicó primero en Centro Urbano.
Columnista invitado
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