Por Roxana Fabris
No fue el 19 de septiembre el día que entendí el verdadero significado del impacto de un sismo en una de las ciudades más grandes del mundo. No fue al bajar los 11 pisos que separan mi oficina de la seguridad del suelo firme de Reforma, ni tampoco al ver a miles de personas temerosas de repetir las vivencias de 32 años atrás. No fue al recorrer las calles de la colonia Cuauhtémoc, temiendo encontrar edificios derrumbados, ni al ver al Ejército dirigirse presuroso hacia el rumbo de la Condesa y la Del Valle.
El día que volví a creer en México y en los mexicanos, en los arquitectos y en la sociedad en general, fue el 20 de septiembre, el primero de una semana completa que, debo confesar, cambió mi vida.
Caminé, en medio de asombro y miedo, por la Avenida Chapultepec, después de corroborar que la oficina de Construyendo y Creciendo, localizada en el corazón de la colonia Juárez, seguía en pie, solo con algunos libreros caídos, pero sin una grieta. Miedo y asombro por ver edificios inclinados, pero aún en pie; Salamanca y Puebla, cerradas por otros que no tuvieron tanta suerte -o resistencia, podría decir. Y a los lejos, en el cruce con Álvaro Obregón, un despliegue que días más tarde, vería de cerca con mis propios ojos: donde antes se desplantaba un edificio de oficinas, solo quedaban escombros y rescatistas tratando de lograr lo imposible.
Así, llegué a la Casa del Arquitecto, que debería haber sido nuestra casa desde siempre, pero que muchos arquitectos desconocíamos. Y así, me senté frente a una computadora a revisar los correos electrónico que comenzaban a llegar de personas pidiendo apoyo al Colegio de Arquitectos para revisar sus inmuebles.
Y no volví a salir en una semana. Una semana en la que recibimos más de 12,000 correos de personas que solicitaban ayuda para revisar sus inmuebles; una semana en la que más de 2,000 voluntarios, arquitectos, ingenieros, estudiantes, acudieron al llamado del Colegio. Una semana en que decenas de motociclistas se reunieron en la calle de Veracruz para llevar a los voluntarios a revisar inmuebles lejanos.
Y así, volví a creer en México y en los mexicanos, cuando conocí y trabajé de la mano con personas que para mí solo eran Óscar, Pablo, Lila, Sebastián, y que hoy sé son profesionales talentosos, excepcionales en sus campos de acción, pero ese día fueron quienes hicieron posible lo que parecía imposible, desde conseguir decenas de celulares para tener suficiente internet, hasta conseguir que Google desbloqueara la cuenta de correo que tenía exceso de actividad. Cuando todos los colaboradores de Centro Urbano y Construyendo y Creciendo se sumaron al llamado, para ayudar en lo que cada uno podía. Cuando en aquella fila interminable de voluntarios me reencontré a compañeros de la universidad, de mis primeros trabajos, prácticamente de cada uno de mis pasos profesionales.
Todo el trabajo que realizamos en la Casa del Arquitecto, en comunicación con la Seduvi, el C5, cámaras empresariales y el propio gobierno de la Ciudad de México, está reflejado también en ‘Protocolo Cero’, un documento elaborado por Fundarq, con el respaldo de la Universidad Iberoamericana, y que se presentó el día de ayer.
Quisiera pensar que nunca más volveremos a requerir un esfuerzo así, pero desafortunadamente vivimos en una zona sísmica y la tierra volverá a temblar. Espero estemos mejor preparados, que lo aprendido sirva para reaccionar mejor a la emergencia, con protocolos mejor establecidos y una ciudadanía más enterada. Desde entonces, he dedicado tiempo y esfuerzo a participar y promover iniciativas que trabajen en temas de resiliencia y mejor respuesta a la emergencia, como ARISE.
Y quisiera pensar que lo vivido hace 2 años nunca se nos olvidará…como se nos olvidó a quienes vivimos el sismo del 85. Que desarrollaremos planes de prevención y de reacción, que aprenderemos a reaccionar como sociedad y seguiremos protocolos.
Quisiera pensar que con un solo día que cambie tu vida, es suficiente.
Roxana Fabris
Presidenta Ejecutiva de Fundación Construyendo y Creciendo
Twitter: @roxanafabris
El artículo El día que volví a creer fue escrito en Portal de vivienda, inmobiliario, construcción, arquitectura y urbanismo.
Roxana Fabris
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