En Suecia se desarrolló una escala que registra lo que sucede en la planta baja de los edificios, usada para crear espacios públicos de calidad
De acuerdo con ONU-Habitat, el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, la planta baja de los edificios es la zona de intercambio entre los inmuebles y la ciudad, donde interactúa la vida interior y la exterior, y tienen la función de fortalecer la vitalidad de las urbes haciéndolas más atractivas y funcionales.
Sin embargo, en los últimos años, los planificadores urbanos han dejado de esforzarse en diseñar la planta baja de los edificios, desarrollando grandes unidades y fachadas cerradas, lo que convierte las calles en territorios solitarios, sin peatones ni vida urbana, lo que, a su vez, provoca una sensación de inseguridad.
Por esta razón, en Suecia se desarrolló una escala de cinco niveles que mide el grado de atractivo y permite obtener el registro de lo que sucede en la planta baja de los edificios, que ha sido usada por distintas ciudades del mundo para desarrollar espacios públicos de buena calidad.
Dichos niveles son:
- Activo: muchas unidades, numerosas puertas (15 a 20 puertas por cada 100 metros), gran variedad de funciones, ninguna fachada ciega y pocos locales vacíos, frentes de edificios con relieves interesantes, resolución vertical de la fachada, detalles y materiales de calidad.
- Amistoso: unidades relativamente pequeñas (10 a 14 puertas por cada 100 metros), variedad funcional relativa, un cierto número de fachadas ciegas y locales vacíos, frentes de edificios con relieve, numerosos detalles
- Mixto: unidades grandes y pequeñas (6 a 10 puertas por cada 100 metros), modesta variación funcional, un cierto número de fachadas ciegas y locales vacíos, frentes de edificios con escasos relieves, pocos detalles
- Aburrido: grandes unidades, pocas puertas (2 a 5 puertas por cada 100 metros), variedad funcional casi nula, gran cantidad de unidades ciegas y sin aspectos interesantes, ausencia de detalles prácticamente total
- Inactivo: grandes unidades, pocas puertas y a veces hasta ninguna (O a 2 puertas por cada 100 metros), ausencia de variedad funcional, unidades ciegas y pasivas, fachadas uniformes, sin aspectos atractivos que observar
Esta información, aplicada en las diferentes ciudades del mundo, permite conocer las zonas de la ciudad más problemáticas, con el fin de corregir estas fallas y que los planificadores urbanos puedan armar una política de fachadas activas que aseguren el dinamismo en los ambientes de las plantas bajas.
El artículo Planta baja de edificios fortalece vitalidad de las ciudades: ONU-Habitat fue escrito en Portal de vivienda, inmobiliario, construcción, arquitectura y urbanismo.
Fernanda Hernández
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