Habría que conocer toda la información para poder ponerle números al impacto que ha tenido la pandemia en nuestra economía, pero de acuerdo con la Canaco (Cámara Nacional de Comercio), solo en la semana previa a la puesta en marcha de la Fase Dos del plan dirigido a combatir la emergencia, solo a las micro y pequeñas empresas les habrá costado 195,000 millones de pesos.
El tamaño del golpe es monumental y entre hoy o mañana lo veremos crecer, en la misma proporción del número de familias que vean formalmente reducido su ingreso quincenal.
Y esto es solo el principio del calvario que vivirán nuestra economía y quienes la formamos, en especial, los grupos de menores ingresos, la economía informal y quienes trabajan en los sectores más afectados.
El reto es monumental. Frenar una emergencia de salud de primer orden que ha tenido impacto en todo el mundo, al mismo tiempo que se pretende minimizar el impacto social y económico.
De ahí las complejidades de frenar la economía para hacer frente a la emergencia sanitaria… Frenar para sobrevivir… ¿Pero cómo hacerlo para minimizar daños y, llegado el momento, acelerar la recuperación?
El objetivo debe ser mantener empleos y garantizar viabilidad de los sectores productivos, generando apoyos de todo tipo, que reflejen el trabajo y compromiso conjunto de gobierno e iniciativa privada.
Es imposible pedir que no se pierdan empleos cuando las empresas enfrentarán una evidente crisis de liquidez y, en muchos casos, de sobrevivencia.
Muy difícil cuando los analistas han vuelto a ajustar a la baja el pronóstico de crecimiento para nuestra economía de este año, colocándolo en un desastroso -7 por ciento.
No hay que buscarle, urge que el gobierno mande señales de certidumbre, y más allá de esas señales, presente un poderoso Plan Económico que incluya inversión pública y todo tipo de apoyos e incentivos para empresas de todos los tamaños.
No hay que buscarle; ese Plan sería la mejor señal…
Urge ese Plan Económico y urge que además del tamaño de los apoyos que incluya, sea de efecto inmediato, porque tanto como los apoyos, cuenta la oportunidad con que se anuncien y ejerzan.
Urge, por ejemplo, que si se habla de evitar perder empleos, se implementen recursos públicos para, con la suma de los que aporten los empresarios, poder cubrir salarios de subsistencia.
Porque si el gobierno habla de proteger la economía y los empleos, pero no destina una bolsa importante de recursos a ese fin, es puro rollo…
Urgen apoyos fiscales, pero, urge sobre todo que el gobierno entienda muy bien que el fondo de esos apoyos está en que un gran número de empresas no estarán en condiciones de pagar con oportunidad sus impuestos.
Urge que el gobierno entienda qué hay sectores fundamentales para la economía y el desarrollo social, como son construcción, inmobiliario y vivienda, y que la subsistencia de ellos depende de la liquidez y que mucho pueden hacer a ese respecto tanto las políticas públicas que pueda implementar la Secretaria de Hacienda, como las acciones que pueda implementar ante la crisis la banca de desarrollo.
Es fundamental que esta banca de desarrollo ponga en marcha políticas similares a las de la banca privada, otorgando treguas a quienes tienen contratado un crédito con ellos, y, de ser posible, congelando montos de adeudos y complementando todo esto con nuevas garantías e incluso nuevas líneas de financiamiento que puedan beneficiar también a las cadenas de proveedores de los sectores productivos.
El gobierno debe mostrar su capacidad de coordinación y hacerla visible en acciones que involucren a los tres ordenes de gobierno en busca de minimizar impactos a los sectores productivos.
Prueba de guego para gobiernos, sector privado y sociedad… Una prueba de fuego en que le gobierno se juega el resultado del sexenio y los demás… Bueno, los demás nos jugamos el futuro.
La entrada Urge vacunar la economía contra el Covid-19 se publicó primero en Portal de vivienda, inmobiliario, construcción, arquitectura y urbanismo.
Horacio Urbano
No hay comentarios:
Publicar un comentario