El futuro quedó atrás

 

La semana pasada tuve una serie de encuentros que terminaron siendo abrumadores golpes de realidad…

Les cuento…

Microdepartamentos de 18 metros cuadrados que se ofrecen en venta en la Ciudad de México sobre la base de un modelo de coliving y el respaldo de muy buenos modelos financiero y legal… Muy interesantes para quienes compren como inversión y muy atractivos para quienes están buscando una solución de este tipo para su personal demanda de vivienda

Crowdfunding a partir de plataformas tecnológicas muy avanzadas y de estructuras financieras y operativas cada vez más importante, enfocadas a esquemas de inversión tan contrastantes como el poder hacerlo para adquirir viviendas y compartir sus  rentas, o para financiar la producción de desarrollos habitacionales.

Vivienda para renta basada en modelos de producción institucionalizados, que operan ya con importantes volúmenes y se dirigen lo mismo a las familias tradicionales, que a quienes requieren un producto unipersonal y están abiertos a novedades como el coliving. En ambos casos con solidez y capacidades financieras ya muy importantes.

La sofisticación llega a un sector inmobiliario que a veces pareciera que se limita a las batallas por el subsidio a la vivienda o por los permisos para los desarrollos gigantes de usos mixtos.

Y conste que no estamos hablando de la avalancha disruptiva que un día sí, y al que sigue también, nos entrega el increíble avance de la tecnología y que hace evidente que un teléfono inteligente es ya el canal adecuado lo mismo para buscar un bien raíz, que las opciones de crédito para adquirirlo, o el mercado de potenciales interesados en rentarlo.

Se equivoca quien nos diga que el futuro ya está aquí… La verdad es que el futuro ya hace tiempo que llegó y solo pasa que tardamos en darnos cuenta y en aceptar esta contundente e inevitable realidad.

De entrada hay que entender que el sector inmobiliario se ha hecho grande y complejo…  que ofrece retos tan grandes, que solo son superados por las oportunidades reservadas a quienes van dando los pasos necesarios para subirse a esta ola de transformación, mientras otros siguen pensando que es el sector inmobiliario, y no ellos, lo que sigue anclado al pasado.

Estamos ante un cambio contundente, en que las nuevas estructuras de la demanda han sido plenamente reconocidas y estamos viviendo el apasionante proceso de generar las  soluciones que permitan atenderlas.

Y esto hay que entenderlo como parte de un proceso que va a cambiar nuestras ciudades.

Como parte de un proceso que va a cambiar procesos económicos y sociales y que espera que el sector inmobiliario esté a la altura del reto.

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Horacio Urbano