Con estos suelos se promueve la agricultura urbana, la regeneración de jardines y la rehabilitación de zonas contaminadas por la industria
Desde hace cinco años, investigadores del Instituto de Geología de la UNAM han producido tecnosuelos, con el objetivo de crear milpas urbanas, jardines y azoteas verdes, así como aumentar la vegetación y evitar inundaciones o encharcamientos en las calles de la Ciudad de México.
Los integrantes del grupo ‘Suelo y ambiente’ del IGL hacen pruebas con siete tecnosuelos creados a partir de mezclas de residuos orgánicos e inorgánicos. Estos suelos están hechos de diferentes mezclas como residuos orgánicos; lombricomposta, en la cual se emplea la lombriz roja o californiana; aserrín, ya que favorece el crecimiento radical de las plantas debido a su baja densidad; y biocarbón, obtenido de la descomposición térmica de cualquier residuo orgánico.
Los residuos inorgánicos provienen de restos de excavaciones, construcciones y demoliciones, por lo que pueden ser trozos de ladrillos, concreto o muros, los cuales son triturados para que puedan mezclarse con los residuos orgánicos.
Cabe destacar que el año pasado, la milpa urbana de los investigadores cumplió un ciclo completo, y ahora llegará al segundo. En el primer ensayo, las mezclas fueron con 35% composta y 65% trozos de madera; mientras que la de 35% de lombricomposta mezclada con 65% trozos de madera, mostraron los mejores rendimientos; sin embargo, su composición orgánica les hace emitir cantidades significativas de dióxido de carbono.
Por ello, en el segundo ciclo añadieron biocarbón, ya que tiene gran estabilidad a lo largo del tiempo. De acuerdo con los investigadores, un suelo artificial con 25% lombricomposta, 20% biocarbón, 30% residuos de demolición y 25% trozos de madera sería muy competitivo.
El grupo de trabajo del IGL pretende elaborar un manual en el que se establezca qué residuos orgánicos e inorgánicos se pueden utilizar, y en qué cantidades se debe mezclar para que aporten los nutrimentos requeridos por las plantas, tengan capacidad para captar agua de lluvia, no emitan demasiado dióxido de carbono y contribuyan a la reducción de la temperatura en el ambiente.
El artículo Tecnosuelos, un experimento para reverdecer la CDMX fue escrito en Portal inmobiliario, de arquitectura y diseño..
Valeria Gómez
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