El proyecto de limpieza de este elemento arquitectónico fue para la celebración al 54° aniversario del Museo Nacional de Antropología
Después de cuatro meses de mantenimiento y conservación, El Paraguas, fuente invertida que se encuentra en el patio central del Museo Nacional de Antropología, se presentó totalmente limpio a los medios de comunicación.
Durante 2015 se llevaron a cabo pruebas con hidrolavadoras, detergentes neutros, cepillos, y otros materiales para eliminar la suciedad que no dieron resultado, sin embargo, desde marzo de este año, implementaron la técnica alemana ice-blaster, en la que se disparan pellets de hielo seco aplicados con presión controlada; esta técnica permitió eliminar la suciedad y las sales acumuladas durante más de medio siglo y sin lastimar la superficie de la fuente.
Gilda Salgado Manzanares, encargada del Proyecto de Conservación de Obra Moderna y Contemporánea del Museo Nacional de Antropología, afirmó que esta técnica puede limpiar cualquier superficie, el hielo no es abrasivo, es suave y su acción es a través de baja temperatura.
“Ese choque térmico y la presión arrastran la suciedad fácilmente. El único problema era la logística para llevarlo a cabo, porque se utilizan grandes máquinas para alcanzar alturas considerables, pero el proceso es excelente y muy benévolo”, reafirmó Gilda Salgado.
Por otro lado, Antonio Saborit, director del MNA, señaló que después de 54 años, El Paraguas volvió a recuperar el mismo esplendor con el que la mañana del 17 de septiembre de 1964 fue inaugurado. Asimismo, agradeció a todos los que participaron e hicieron posible la limpieza de la fuente.
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Valeria Gómez
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