Nadie sabe la importancia de una mascota en la vida de una persona hasta que lo experimentas y poco a poco te vas dando cuenta de lo relevante de ellos e tus días; yo antes veía como locas a las personas que dejaban que sus perros o gatos durmieran con ellos, pero ahora la cosa es muy diferente…
Actualmente tengo tres perros y pese a que gran parte de mi vida conviví con animales (no me refiero a mis hermanos), no fue hasta hace un año que falleció mi pastor Alemán llamado Aramis, que sentí la pérdida de una mascota, y lloré más de lo que pensé.
Días después mi hermano mayor, llevó a casa una perrita mestiza a la que decidimos llamar Amber. Sinceramente debo reconocer que al principio yo estaba muy reacia a tener otro perro tan pronto, pero poco a poco fue ganándose mi amor.
Sin darme cuenta en qué momento, ella ya dormía en mi cama. Seis meses después, a mi hermano (otra vez) se le metió la idea de tener otro perro, y así es como llega mi Beagle Milo, ya sanada la herida de Aramis, recibimos a Milo de la mejor forma, al poco tiempo él también ya dormía en mi cama.
Debo reconocer que los tenemos muy consentidos, pero es que el convivir con una mascota, el hacerla parte de la familia poco a poco va generando que les permitamos ciertas cosas que no deberíamos, pero bueno, en lo que seguía.
A finales de octubre de este año, mi hermano por tercera ocasión llevó otra perrita a mi casa, esta vez se trataba de una Pit bull Terrier a la que llamamos Mila. Ahora es la consentida de todos, incluso puedo asegurar que mi abuelita la procura más que a mí. Pero es que más allá de todo, una mascota te brinda compañía y un cariño sincero.
Es por eso que me da tristeza ver tantos perritos en la calle, desafortunadamente no puedo ayudar a todos como quisiera, pero podemos hacer algo por ellos, empezando por ser unos dueños responsables, es decir, sólo adoptar perros cuando sabemos que nos podemos hacer responsables de ellos.
En época de calor, yo lo que hacía era poner un bote de agua afuera de mi casa junto a un bote de croquetas, donde ponía que era para los perros de la calle y que no lo tirarán. Ahora en invierno, lo que hemos hecho es seguir poniendo alimento a los perritos pero también a veces les ponemos playeras que ya no usamos, porque si bien entiendo que son perros, también sienten frío.
Por lo que te invito a que hagas algo por ayudar a los demás seres vivos, y no sólo en estas fechas en las que tendemos a estar más sensibles, si no todo el año.
El artículo El valor de una mascota fue escrito en Portal inmobiliario, de arquitectura y diseño..
Edna Iniestra
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