La apropiación de los espacios públicos puede ser más efectiva para evitar que los espacios públicos decaigan
La memoria colectiva, recuerdos y anécdotas son elementos que sirven para rescatar los espacios públicos, incluso más que los programas de rehabilitación urbana que se implementen, consideró Fernando Gutiérrez, académico del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
En su conferencia ‘La producción social del espacio público: la música y la danza como resistencia social al deterioro urbano’, explicó que eventos ordinarios de la vida cotidiana y las tradiciones funcionan en determinados lugares como estrategias de resistencia social al deterioro urbano.
Esto lo ejemplificó con su investigación de regeneración urbana ‘El caso de la Plazuela Campana en Veracruz Infra-ordinario’, que realizó en colaboración con Ilkka Törmä, con apoyo de la beca Architect Väinö Vähäkallio de la Aalto University de Helsinki, Finlandia; y el Centro Cultural Casa Principal de Veracruz.
“El estudio busca entender el rol de las prácticas sociales como estrategias de resiliencia social a partir de la transformación del espacio público y cómo esto puede se puede dar a partir de diferentes actores. El término infra-ordinario se relaciona con prácticas sociales cotidianas, como caminar, sentarse, habitar el espacio público”.
Dijo que en el caso de la plaza analizada, localizada en el Centro Histórico del Puerto de Veracruz, cada vez había menos asistentes, debido a problemas de inseguridad, así como al poco mantenimiento que se le da. Sin embargo, de jueves a sábado, hasta 400 personas van a bailar al lugar.
La investigación partió de las preguntas: ¿cómo se entiende la resiliencia social a partir del análisis del deterioro de zonas urbanas históricas y las prácticas sociales en el espacio público?, ¿hasta qué punto se relaciona la forma urbana con la producción del espacio y el significado de lugar en el espacio urbano? y ¿cuáles son algunas consideraciones de procesos de regeneración urbana que inician a partir de la construcción de tradiciones y resistencia social al deterioro urbano en áreas históricas?
En el proceso de recolectar las memorias sobre la plaza, algunos de los cometarios que se obtuvieron a través de las redes sociales fueron los siguientes:
“En la esquina del fondo de la plazuela hay un portón, al fondo hay unos cuartos, en uno de ellos vivía una tía y por días me iba a estar con ella yo tendría unos 12 años por los años 54-55”.
“En 1986 yo estaba en una academia de danza. Hubo un evento y fuimos a bailar ahí en la plazuela”.
“En 1988, había una escuela de aerobics y llegaba a esperar a una amiga, nos sentábamos en una banca de la plazuela, por unos veinte minutos viendo la campana y haciéndonos preguntas al respecto, también en ese mismo año le di mi primer beso en esa banca y dejó de ser mi amiga para ser mi novia”.
“Hace 27 años en ese lugar me cortó mi novia, pero la reconquisté, tanto así que ya llevamos precisamente 27 años de casados, por eso la recuerdo”.
El académico universitario explicó que en los últimos 15 años la Plazuela de la Campana ha tenido dos rehabilitaciones importantes efectuadas por las autoridades municipales; además, en los últimos años el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) ha implementado una serie de eventos culturales durante las fiestas de carnaval.
“Pero la principal rehabilitación fue iniciada y mantenida por un promotor cultural, Miguel Ángel García Cortés, ‘Don Miguel’, un arquitecto retirado, quien se ha convertido en la figura principal y ‘guardián’ de la Plazuela”.
“Mis primeras memorias en la Plazuela de la Campana son alrededor de los años 40, cuando mi hermano y yo jugábamos en este espacio público; mientras que mi papá, que era ingeniero topógrafo, realizaba levantamientos con sus alumnos en las zonas céntricas. Actualmente la Plazuela de la Campana es mi proyecto de vida, mi actividad, mi mundo”, relató García Cortés.
Luego de observar, medir y estudiar la integración de los espacios sociales en la Plazuela, Fernando Gutiérrez encontró los siguientes significados de la misma, de acuerdo con sus usuarios:
Don Miguel como ‘guardián’ y promotor de la Plazuela; la música y danza asociada a la cultura de Veracruz; la forma de llave de la Plazuela permite diferentes eventos; la fiesta y reunión como evento social en el espacio público; vida, emociones, actividades, identidad formada en la Plazuela.
Finalmente, su propuesta de mejoras a dicho escenario urbano contempla aumentar las áreas verdes, con un jardín tropical, como era la Plazuela hace muchos años; instalar un cine al aire libre, conectar algunos edificios como corredores peatonales, ante la existencia de edificios abandonados y la presencia de muy pocos habitantes, colocar mobiliario urbano flexible, para promover usos variados y reactivación de elementos lúdicos, como la fuente que fue removida hace unos años.
El artículo Historias y anécdotas detienen deterioro urbano: Gutiérrez fue escrito en Portal inmobiliario, de arquitectura y diseño..
Diego Rodríguez
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